200 mascotas se adoptan al año en Bilbao, la mitad de las recogidas en la calle.

La perrera de Basurto (Bilbao) recoge cada año una media de 450 animales que encuentra vagando por las calles de Bilbao. Son perros y gatos que han sido extraviados, cuando no directamente abandonados por sus amos.

Muchos pueden volver con sus dueños a casa gracias a la tecnología del chip identificativo, mientras que otros deben resignarse a que alguien les reclame o decida hacerse cargo de ellos. La cifra anual de adopciones suele rondar los dos centenares, aunque el año pasado la cifra subió en la capital vizcaína hasta 253 mascotas abandonadas.

La protectora de animales SOS Bilbao, en colaboración con el Servicio Canino Municipal, gestiona gran parte de las adopciones a través de su página web www.sosbilbao.org

En ella, se pueden encontrar descripciones y fotografías de todos los perros y gatos que necesitan un hogar, y aparecen, además, destacados los casos más urgentes. El objetivo es que estos animales encuentren un hogar en el menor tiempo posible. Mientras llega su oportunidad, la protectora se vale de una red de voluntarios que se ofrecen como casa de acogida para que los casos más problemáticos -cachorros o animales que necesitan cuidados veterinarios especiales- no tengan que pasar por la perrera, donde no podrían recibir la atención necesaria para sobrevivir.

Karmele Álvarez es una de esas personas que desinteresadamente acogen en su hogar a un animal abandonado. Ahora vive con un gato, aunque por su casa han pasado dos perros y otro felino a la espera de encontrar un hogar definitivo. Esta mujer, que empezó a colaborar con la protectora en junio de este mismo año, reconoce que en su piso de Barakaldo no tiene mucho espacio, pero lo compensa con grandes dosis de cariño y dedicación. Una atención a la que estos animales no suelen estar acostumbrados y que agradecen desde el primer momento.

Durante los meses de verano las mascotas se enfrentan a mayores dificultades. No tanto porque se abandonen más perros -el número de casos permanece estable a lo largo del año-, sino por las dificultades que las vacaciones presentan para encontrar un adoptante o una casa de acogida.

La solución que da salida a muchos animales -no sólo en la capital vizcaína sino en todo el país- son las adopciones en el extranjero. SOS Bilbao colabora con otras protectoras en Alemania, Holanda o Suiza, que dan publicidad a los perros o gatos de la villa. Su presidente, Koldo Goioaga, explica que se encuentran más fácilmente adoptantes en estos países, donde el número de abandonos es muy escaso y las perreras están prácticamente vacías.

SOS Bilbao y el Servicio Canino Municipal aseguran que la práctica totalidad de los perros y gatos que caen en sus manos acaban encontrando una familia. El sacrificio de animales está ya prácticamente olvidado y, aunque la normativa vigente contempla esta posibilidad, lo cierto es que actualmente sólo se practica la eutanasia a mascotas de edad muy avanzada o que muestran procesos patológicos graves, y en casos de extrema agresividad.

FUENTE: Guillermo Elejabeitia para: Grupo Vocento. Bilbao
MÁS INFORMACIÓN EN: www.sosbilbao.org