EL PP Y LAS BANDERAS

Cuando uno somete "algo" a la decisión de un Pleno Municipal, se supone que lo somete a la voluntad de todos sus convecinos (la ciudadanía) libremente expresada por medio de sus legítimos representantes (en este caso, corporativos).

El hecho es "que si se gana... bien y si se pierde... pues también". Este es el principio fundamental de la democracia.

Pues bien, al Partido Popular (PP) parece que estas reglas no le suponen suficiente garantía así que, como a un niño con rabieta, les ha dado por recurrir el tema de las banderas ante el Defensor del Pueblo y ante el Ararteko. Lo de Múgica no me supone mayor duda ya que (como hasta hace pocos días Rosa Díaz) parece mas popular que socialista, pero... recurrir a Iñigo Lamarka ya tiene "pelotas".

A este tío le han negado su condición perfectamente asumida dentro del Derecho Civil (la misma que no le han negado a Grande Marlaska). Votaron en contra de su candidatura en el Pleno del Parlamento de la CAV. En Madrid, le negaron, como a un montón de gentes, su derecho a convivir con quién les diese la real gana.

Ahora.... recurren a él. ¿Para qué? Si esta gente es coherente les dirán que los votos en Pleno de PNV y de EB en el Ayuntamiento de la M.N.y M.L.Villa de Bilbao, más la abstención del Grupo Socialista es, ni más ni menos, que la voluntad mayoritaria de los ciudadanos y ciudadanas de Bilbao (le pese a quién le pese).

La minoría que representa el Grupo Municipal Popular no puede imponerse a la mayoría, ni puede imponer sus criterios a esa mayoría (tengan el 25 ó el 35 ó el 45% de los votos). Y si esa minoría cree que se conculca alguna norma o disposición de Ley, tiene abierta la vía judicial. Llegados a ese extremo, volvemos 15 años (en plan "regreso al pasado") cuando la Guardia Civil izaba pueblo a pueblo la enseña no querida por el recurso de la fuerza armada.

Un mando de ese cuerpo llegó a enviar un informe "interno" en el que alegaba a su máximo superior (el ministro de Defensa) que el asunto (sic.) "de las banderas no debería ser un acto de actuación a priori" y que "afectaba a otros cometidos".

Situaciones como la de Lizartza podrán ser todo lo legales que se quiera si tomamos como referencia la jurisdicción penal española. Pero, desde luego, no contribuyen más que a la confrontación que ciertos sectores "constitucionalistas" está empeñados en enarbolar. Sin ir más lejos, fuera de los medios de comunicación vascos sólo se publica que la "pobre" Regina Otaola lleva a los Juzgados a un simpatizante de ANV que le amenazó.

Esto se lee en Alicante, en Valencia en Zaragoza y en Madrid. BIEN... ESE MISMO JUZGADO HA CITADO AL PORTAVOZ DEL PARTIDO POPULAR (PP) EN OÑATI (JULIO PÉREZ) POR INJURIAS TRAS HABER LLAMADO ASESINOS A TRES CORPORATIVOS DE ANV.

Esto, desde luego no sale en Málaga ni en Sevilla, ni en Madrid. Esto es así y yo contribuyo en lo que puedo. No se pueden decir verdades a medias. O se dice todo o no se dice nada. El resto es hacer "trampa".